#31: El problema con las cámaras
A veces pienso en conseguir una cámara para ponerla junto a la puerta de mi casa. No es por seguridad o porque quiera vigilar quién podría estar deambulando por ahí; el verdadero motivo es que, cada vez que salgo de mi casa, tres cuadras después, nunca recuerdo si cerré la puerta con llave. Si tuviera una cámara apuntando justo a la puerta, podría consultarla desde mi teléfono y no preocuparme más.
Sin embargo, después de leer esta historia no estoy tan segura de querer hacerlo. Parece que tener una cámara de seguridad en tu casa solo te expone a situaciones como esta, en la que se puede comprobar con evidencia que lo que pasó es inexplicable. ¿Quién necesita pasar por algo tan espeluznante? Creo que soy más feliz en mi dichosa ignorancia. No necesito ninguna prueba en video.