¿Alguna vez escuchaste hablar del efecto Dunning-Kruger? Se trata de un sesgo cognitivo descubierto por los científicos que ocasiona que la gente que no conoce mucho de un tema en particular sobreestime lo que sabe. En otras palabras, los que no entienden absolutamente nada de algo se convencen de que lo saben todo. Un ámbito de la vida donde somos especialmente susceptibles al efecto Dunning-Kruger es el de las finanzas. Una gran parte de la población no sabe administrar su dinero, pero se convence de que sí, lo que la deja vulnerable ante las estafas piramidales y las malas inversiones. ¿Te preocupa ser una de esas personas? Mira esta lista de historias que encontramos en Internet sobre individuos que tomaron ciertas decisiones financieras solo para darse cuenta de que no eran tan inteligentes como creían. Fíjate si cometiste los mismos errores que ellos.
Solo di que no
De todos los errores tontos que puedes cometer con tu dinero, ser el garante de un préstamo está bastante cerca de encabezar la lista porque es una muy mala idea. Lo entiendo; tu novio o tu hermana o tu sobrino te pide por favor que le des una mano, y confías en que esa persona no se atrasará con los pagos. Entonces, está bien ayudar, ¿verdad?
¡Incorrecto! Siempre es peligroso ser el garante del préstamo de otra persona porque, como demuestra esta historia, si dejan de pagar, quedarás enganchado y tendrás que pagar un montón de dinero por algo que ni siquiera es tuyo. Hasta la Biblia dice que no debes salir de garante para nadie. Así que, ya sabes: si alguien te pregunta, dirás que no sin pensarlo dos veces.