Una visita de la abuelita
Esta historia es realmente alocada y desafía toda explicación lógica. La hermana de esta narradora, Hailey, era solo un bebé cuando falleció su bisabuela. Hailey no tuvo la oportunidad de conocer a la abuela Irene y, por lo tanto, no tenía recuerdos de este querido miembro de la familia. Por eso, la familia de Hailey se sorprendió cuando un día se despertó y dijo que era su cumpleaños número 95.
Durante todo el día, Hailey insistió en que se llamaba Irene y se mostraba completamente desconcertada cada vez que alguien intentaba convencerla de lo contrario. Era una niña pequeña, así que parecía poco probable que hubiera sido capaz de hacer una broma así durante todo el día. Para que todo fuera aún más espeluznante, se despertó al día siguiente y no recordaba nada de la supuesta posesión de la abuela.