Un día desperdiciado
Cuando tu nuevo gerente te dice que estaciones en un determinado lugar el primer día para que puedas recoger tu etiqueta de estacionamiento, das por hecho que la grúa no se llevará tu auto antes de que puedas ponérsela. Bueno, esta persona descubrió por las malas que no hay que hacer suposiciones.
Después de unas horas dando vueltas con su nuevo jefe (y sin obtener respuesta a ninguna de sus preguntas), la nueva empleada de la empresa salió para ponerle la etiqueta de estacionamiento a su coche y descubrió que había desaparecido. Si eso no es una señal del universo de que un trabajo es malo, no sabemos qué podría serlo.
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